ESCENARIO por Rafael Victorio Ruiz (05/FEB/2020)

¿Filtros sanitarios?

 

La alerta mundial por el coronavirus ha llegado hasta la frontera sur mexicana, en donde la Secretaría de Salud, ha determinado implementar medidas preventivas y activar cercos sanitarios en el aeropuerto internacional de Tapachula, siendo la primera vez que lo hace en año y medio que estamos viviendo una severa crisis por la presencia de miles de extranjeros que llegan de Africa, Asia, El Caribe y Centroamérica sin saber si tienen un padecimiento grave o que pueda representar un riesgo para la población local.

En Africa hace algunos meses se vivió un problema a causa de brotes epidémicos de ébola, una enfermedad también mortal y por el río Suchiate ingresaron al país miles de africanos y principalmente de la República Democrática de Congo, donde se tienen los principales problemas de ese padecimiento y a pesar de las múltiples peticiones realizadas por sectores sociales, empresariales y productivos nunca se hizo nada.

Si bien ahora se están tomando medidas por el coronavirus surgido en China y que podría llegar por la vía aérea en alguna persona que fue a ese país, por la frontera sur del país han ingresado muchas enfermedades y plagas que no se han controlado en décadas. Así tenemos el dengue diseminado por todo el país, que el año pasado afectó a más de 42 mil personas y causó la muerte de 191 –según los datos oficiales-, sin que se fortalezcan los programas preventivos o de saneamiento básico en zonas de riesgo como Chiapas que ocupó el tercer lugar nacional. Pero también está el zika y chikungunya transmitido por el mosco Aedes Aegypti, el mismo que provoca el dengue y si bien, son pocos los casos, el riesgo de su resurgimiento es alto.

Instalar el cerco sanitario para verificar las condiciones de salud de las personas que llegan a los aeropuertos es bueno, pero sería necesario que se haga también en las fronteras del país en donde se concentra el mayor número de extranjeros que buscan llegar a los Estados Unidos. Solo en Tapachula organismos no gubernamentales calculan que hay varadas más de 70 mil personas provenientes de decenas de países en espera que las autoridades migratorias les autoricen su estancia legal para que puedan irse a otra región.

Entre el 2018 y 2019 cuando ingresaron las caravanas de migrantes, apenas se instalaron unos cuantos módulos que ya no existen, aunque los extranjeros que se enferman son atendidos en los centros de salud, clínicas y hospitales, tanto que siguen las quejas que se les brinda mejor servicio que a los mexicanos, porque a ellos hasta les dan los medicamentos que requieran para evitar las autoridades del ramo alguna queja o recomendación de derechos humanos.

En Tapachula deambulan personas de Africa, Asia, Haití, Cuba y Centroamérica y no hemos visto que haya programas específicos o controles en materia de salud, por eso llama la atención que ahora sí estén preocupados pero que solamente se instrumenten las acciones en el aeropuerto en beneficio de los pasajeros y usuarios del mismo no es suficiente.

Las autoridades federales saben que tenemos una frontera abierta por donde ingresa de todo, desde mercancías de diverso tipo hasta ganado de contrabando, frutas, verduras, combustibles, drogas y armas, pero sobre todo miles de personas al ser nuestro país el paso obligado para lograr el “sueño americano” y con ello, los riesgos de la llegada de plagas y enfermedades para la agricultura, ganadería y las personas. Eso ha ocurrido toda la historia y no se ha vuelto la mirada para atender la problemática en forma integral.

El coronavirus se ha vuelto un tema recurrente y si bien no se deben de dejar de realizar acciones de prevención tampoco se pueden descuidar los programas de atención a enfermedades que no están lejos, las tenemos entre nosotros, como el dengue que en el primer mes del año y de acuerdo a los reportes oficiales en el país ya son más del doble, por tanto no se puede bajar la guardia, porque también es causa de decenas de fallecimientos y las estadísticas así lo demuestran.

De tal manera que la frontera sur requiere una atención especial e integral, no solamente en materia migratoria sino en salud para proteger no solamente a los extranjeros que llegan ya sea documentados o irregularmente, sino a los propios mexicanos que aquí vivimos y la prevención es prioritaria.

 

A escena

 

Por cierto, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) ya está operando con normalidad oficinas en Palenque, Chiapas; Tijuana, Baja California y Monterrey, Nuevo León, que puso en marcha en el 2019, aunque las solicitudes para obtener la condición de refugiado tienen que hacerse aun en las ubicadas en Tapachula, Chiapas; Tenosique, Tabasco; Acayucan, Veracruz y la Ciudad de México. El año pasado se presentaron más de 70 mil peticiones de asilo… Después de las manifestaciones que derivaron en un enfrentamiento y la detención de 43 personas, incluso varios reporteros fueron golpeados, las autoridades estatales y municipales en Tapachula están dando seguimiento a la problemática de la zona indígena mam en Pavencul y Toquián Grande, lo cual debió ocurrir desde antes y de esa manera evitar conflictos mayores; por el momento, ya se envió maquinaria para atender lo relacionado al arreglo de los caminos y un tramo carretero… La Fiscalía General de la República y su similar del estado, retiraron los sellos de clausura que desde principios del 2013 mantenían las instalaciones en donde operó el casino Central, en una plaza comercial de Tapachula, aunque no se ha dicho si el mismo volverá a operar o simplemente ya el local será ocupado por otro negocio. En la ciudad fronteriza se ha denunciado en forma constante la operación de “casinitos” con la protección de las mismas autoridades, toda vez que un día los cierran y al otro los vuelven a abrir, por lo que se considera que son grandes negocios aunque irregulares… Hasta la próxima.

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